miércoles, 30 de octubre de 2013

Carrera solidaria Cruz Roja

Sufriendo el estres del asfalto.

Hacía meses que no hacía rodajes largos por asfalto, no más de algunos kilómetros en el viene y va de casa a la sierra, y vaya si se nota el cambio.
Me inscribí en la carrera como una forma de pasar de nuevo a terreno urbano y asfalto corriendo por el placer de hacerlo cuando cierran el tráfico en el centro de tu ciudad, pero -como se nota el cambio- mis gemelos pagaron el uso de zapatillas con poco drop intentando mantener un ritmo continuo que no había entrenado y acabaron bastante cargados....aunque contentos.

Carrera organizada para recaudar fondos en favor de familias necesitadas que atiende la Cruz Roja en Cáceres y que triplicó las expectativas iniciales de inscripciones hasta las 650, buena noticia.
Buena organización en general de una empresa deportiva joven local, al ser de caracter benéfico al 100%, no me parecen mal 10 Euros como precio único para las tres distancias, sobre todo cuando hay una buena atención al corredor y regalan la camiseta técnica de marca Joma de la foto de cabecera en tallas desde 4-6 años a XXL.
El pero más grande que se le puede poner a los organizadores es no haber publicado aún la clasificación y no medir bien la prueba, en teoría era un circuito de 5 kms. al que había que dar una, dos o cuatro vueltas según la distancia escogida, pero en realidad medía unos 4,5 kms. por lo que las distancias reales de competición eran de unos 9 y 18 kms. La vuelta única de 5 kms. era de caracter no competitivo y familiar para niños, marchadores, ciclistas, patinadores, etc. No es que tenga mucha importancia, pero si alguien quería conseguir marca en 10.000 y le quitan 1.000, no me extraña la cara de satisfacción de algunos corredores sin GPS cuando en meta veían que habían mejorado 4 o 5 minutos su marca personal.

Yo me decidí por la prueba larga, por tanto 18,3 kilómetros por el garmin que se me hicieron incómodos desde el principio, por el asfalto, el ritmo sostenido y el propio circuito que presentaba un par de tramos bastante duros que teníamos que pasar cuatro veces.
Salida 10 y 20 k
Salimos juntos los de dos y cuatro vueltas, y esto hace que aunque no quieras, te acoples a gente que va rápida, yo me uní en un principio a un grupo de triatletas con su monitor particular dando consejos, pero después de tres kilómetros a 4'20", iba bastante justo, la verdad, y cuando comprobé que iban acelerando porque se pararían en la segunda vuelta me dejé caer del grupo a recuperar el resuello.

Paso por la tercera vuelta
Solo la segunda y tercera vuelta pude disfrutar recordando mis ritmos habituales de Media Maratón, aunque la última cuesta de la tercera vuelta se me empezó a atragantar, de forma que la última ya me sobró, iba forzado, aunque creo que a posteriori me ha venido bien ese tipo de "entrenamiento" para volver a recordar como se las gasta una Maratón, al final 1h24' (a 4'36"/km) sin saber nada de clasificación aún ( si llegan a ser 20 kms. reales hago mmp, jeje).

Salida de la popular de 5 k
La gran animación toda la mañana, el buen ambiente familiar y comprobar que se rebasaron con solvencia las expectativas de recaudación hacen que haya sido una actividad muy positiva, como se puede comprobar en alguna de estas fotos.

Animando la mañana a base de Zumba
Cabían todas las generaciones
 Y semana de reencuentros, primero con el asfalto y esta mañana temprano y con bastante fresquito al fin con las series, para empezar 14 kms. con un 6 x 800 y 90" de recuperación, contento porque no han salido malos ritmos aunque han sido un poco anárquicas y deslabazadas ( ritmos de 4'00", 3'57", 4'10", 3'55", 4'13" y 3'59") habrá que seguir insistiendo.

jueves, 24 de octubre de 2013

Carrera por montaña " Cumbres Hurdanas"

Correr por las Hurdes,  buen sabor de boca y mal dolor de piernas.

Llevo casi treinta años frecuentando las Hurdes, y cuando a principio de temporada me enteré que se iba a organizar una carrera por montaña me llevé una gran alegría, al principio costó trabajo obtener alguna información, pero poco a poco se fueron dando detalles de su recorrido, distancia y desnivel, su inclusión en la Copa de Extremadura, y por fin este verano pude hacer su recorrido casi al completo entrenando con mi cuñado.
Ya entonces preveía lo que se confirmo el domingo, carrera no muy larga ( mi garmin marcó 20,1 kms.), con buen desnivel (1.100 mts +) pero de ejecución trepidante. Si unimos esto a que el nivel general de la carrera era bastante alto, con la asistencia de corredores de gran nivel, hay que reconocer que el domingo se corrió mucho.
Mi evolución sigue siendo buena, de hecho me encontré mejor que en la anterior carrera, aunque todavía me sobra peso y me falta bastante para como quiero llegar a Sevilla, sobre todo a la hora de afrontar ritmos sostenidos.

La carrera parte del pueblo de Caminomorisco, y es de agradecer que se haya visto implicado no solo este pueblo sino mucha gente de la comarca, un esfuerzo que ha conseguido un resultado final muy notable para ser una primera edición, con la implicación de los chavales del Instituto y el Club Ciclista "Hurdes" como voluntarios,  profesores que han realizado actividades paralelas con los niños, ruta senderista simultánea y tapas de jamón, cocido y paella postcarrera en los bares de la plaza.

Debido a que pasé con la familia todo el fin de semana por allí, agradecí el hecho de no tener que madrugar demasiado, de modo que junto a mi cuñado, nos presentamos en Caminomorisco con tiempo para comprobar el buen ambiente reinante y como la lluvia del día anterior había decidido dar una tregua ese domingo.

Después de pasar el control, nos ponemos bajo el arco para hacer unas fotos y mientras hablo con mi hijo, me doy cuenta que me he quedado en primera fila, nada menos que junto a algunos cracks como Raúl García Castán, cuatro veces campeón de España y una de Europa de carreras por montaña, Pedro J. Hernández ganador entre otras de la Maratón Galarleiz, el MAM o el Sahara Maratón o Vanesa Ortega reciente subcampeona del mundo de Kilómetro Vertical. A ver si se me pega algo.

No puedo quedarme parado ni hacer tapón, como se ve en la foto, salgo volando a toda pastilla, aunque a los trescientos metros dejo que cada gallo vaya a su corral y yo me quedo con mi ritmo y mis verdaderos compañeros de batalla.

Saliendo con los máquinas
La carrera siempre discurre por pistas y cortafuegos, sin demasiado terreno técnico y salvo por el desnivel brutal en algunos tramos, de correr fácil, se realizan practicamente mil metros de desnivel positivo en los diez primeros kilómetros, con tres buenos cortafuegos, el primero casi de ponerse a cuatro patas.
No me quería cebar mucho porque sabía que luego se podía correr rápido, aún así pongo un tran tran suave pero continuo y sin paradas y resulta impresionante ver a los primeros ya en lo más alto en tan poco tiempo.

Si puedo poner un pero, es que según subiamos la niebla se iba haciendo más densa y no pudimos apreciar la majestuosidad de los paisajes desde la zona alta, que según pude comprobar en verano, abarcan desde la Peña de Francia a la Sierra de Gata y al pantano Gabriel y Galán.
Comienzo del segundo cortafuegos

Como en otras carreras, en la subida coincido con la que fue segunda chica ( Mª Luz), que es siempre segunda o primera en estas carreras locales según participe o no Vanesa Ortega, ponemos un buen paso en el cresteo y vamos cogiendo a algunos corredores hasta el pico Arrobuey, el punto más alto de la carrera en el km.10,2 al que llegamos en 1h21'.
Desde aquí toca bajar, y es una bajada vertiginosa; solamente un repecho fuerte de trescientos metros y la verticalidad de algunas zonas de cortafuegos con tierra y piedras sueltas impiden poner la marcha a tope. A pesar de que voy bajando bien y me despego de Mª Luz y algún otro corredor con algún kilómetro a 3'40'', también me pasan otros como auténticos kamikaces.

Cuesta abajo y sin frenos
En 45' ventilo la bajada, que aunque no se me hace larga, según tenía los cuadriceps el lunes parece que si era bastante machacona, llego a meta en 2h06'.
A pesar de haber hecho una carrera bastante aceptable me sorprende ver tanta gente por delante, soy 8º  de la categoría y 68 de 141 en la general, viendo que el 90% de los corredores baja de 2h30', sin duda el nivel medio era bastante elevado.

Y ya estoy en modo asfalto, ayer salí a probar y aunque supongo que notaba todavía la dureza de la carrera, no me sentí suelto en ningún momento, probe algún kilómetro y me costaba bajar de 4'50'', supongo que la montaña te pone lento para ritmos mantenidos, más aún si vienes de estar dos meses lesionado.
El domingo podré comprobar como va a ir mi adaptación corriendo la Carrera de la Cruz Roja, carrera benéfica con distancias de 5, 10 y 20 kms. Yo haré la de 20, sin más pretensión que mantener ritmos decentes y sostenidos por asfalto y el placer de correr por el centro con el tráfico cortado.

Pd:. Creo que soy de los últimos en hablar de la cadena de los premios esos del floretón rosa, puedo decir que lo mejor es que estás nominado por compañeros de fatiga y saber que se acuerdan de uno siempre gusta, muchísimas gracias, en mi caso directamente a Charli, Juan Carlos, Antonio y Yolanda y a todos mis otros seguidores a los que os espero seguir haciendo pasar un ratito agradable de vez en cuando.
Mis nominados sois todos los que aparecéis en mi lista de blogs, que por algo os he incluido, daros por aludidos, las preguntas......Uff!! Es que son muchas.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Ultimos sorbos

Estoy acabando la temporada de montaña y ya la echo de menos.

Los días se acortan a una velocidad palpable, hace quince días aún salía a correr con luz natural desde el principio, hoy el amanecer me pilló corriendo, ¡ Como me gusta !

No hace frío, pero en el momento justo del alba siempre se levanta una brisa fresca, baja la temperatura recibiendo al sol, despiertan los sonidos dormidos del bosque, la luz va menguando las sombras, incluso la que siempre me acompaña corriendo, cerca de casa ya aminoro la marcha, paso por detrás de un colegio, suena el timbre, toca empezar otro día.

Pronto la Sierrilla dejará de verme pasar de mañana, estos días casi de noche; conozco bien los caminos, casi las piedras, pero el invierno es oscuro y frío y el asfalto iluminado también me llama, calienta las piernas y el corazón.

El domingo acaba mi temporada de Montaña en la carrera de las Cumbres Hurdanas, volveré a las noches de asfalto, de mañana o de tarde, volveré a probar las #milmanerasdemorir en forma de series, las tiradas largas a ritmo ,sin parar, no como en la montaña, estrenaré por fin mis saucony ride, en la caja desde Julio, e iré preparando poco a poco el nuevo plan que me lleve otra vez a la Maratón, como la echo de menos, ¡ Como me gusta!.

Hubiera querido hacer una en otoño, pero la fisura me truncó la posibilidad, el año pasado hice cinco, este solo una, la mejor. En Febrero volveré a Sevilla, que es como la de casa, y quizás, solo quizás, me anime a buscar una cifra.

Y volveré a la montaña, y que el amanecer me pille corriendo.

martes, 1 de octubre de 2013

Minimaratón por Montaña " Pueblo de los Artesanos"

Cuando me falta fondo,  prefiero las cuestas que el llano.

Lo tengo comprobado, y a pesar de que he leído cosas en otro sentido, a mí parar por lesión me hace perder mucho antes el fondo que la fuerza, en esta carrera y con tan solo tres semanas de entreno continuo, he rendido más en el terreno con más desnivel, difícil y técnico que en los últimos kilómetros llaneando que se me han hecho eternos. Con todo, no me queda más remedio que estar muy contento ya que no he notado absolutamente ninguna molestia en la zona de la cadera donde tuve la fisura.

Con mi cuñado, nada más salir subimos al Castillo
La carrera está muy bien organizada a pesar de haber cuatro distancias con recorridos diferentes e incluso compartir zona con una carrera de MTB, en principio mi idea era trirrepetir la Maratón, pero la lesión me truncó esa posibilidad, quedaba hacer el cross de 13 kilómetros o la Minimaratón de 27'5 y 1.600 mts. de desnivel acumulado, dos salidas largas en estas semanas me dieron la seguridad de que al menos podría terminar la Minimaratón.

El día se presentó como todo el fin de semana, complicado por el tiempo lluvioso y con viento, sin embargo los de mi prueba tuvimos la suerte de no sufrir lluvia fuerte, la humedad, eso sí, era enorme ya que en las zonas altas ibamos literalmente por dentro de las nubes y completamente empapados. A los de la Maratón si que les cayó una tromba fuerte a partir de las cuatro horas de carrera, entre ellos a mi cuñado que se marcó su segundo Maratón tras Mapoma con otra gran carrera y gran tiempo.

En la salida me coloqué delante para evitar la cola que se forma en la dura subida al Castillo de Portezuelo a tan solo trescientos metros de la salida y se me dió bastante bien, pudiendo completarla entre los veinte primeros. Después llegarían unos kilómetros cresteando la sierra por terreno muy técnico en el que la roca mojada lo convirtió en casi peligroso, lo que nos dió a la mayoría bastantes sustos,  afortunadamente pude terminar esta zona con tan solo unos rasguños en una dolorida espinilla y con las fuerzas casi intactas.

A partir de aquí comienzan varios kilómetros de camino en los que ya aflojo la marcha, sé que pronto llegará el cortafuegos de Silleta y con lo corto que iba se me podía atragantar, sin embargo, pasito a pasito lo paso relativamente bien, visto el garmin el kilómetro más duro me sale a 13'43'', tan solo 13 segundos más lento que cuando lo hice el año pasado, me encuentro con la que luego sería la segunda chica ( Mª Luz) y comentamos que ya son varias carreras en las que acabamos estando cerca.

Al llegar arriba hay niebla cerrada y la humedad fría junto al sudor se mete hasta los huesos, intento no quedarme frío y acelero el paso bajando, marco kilómetros a menos de 4'20" hasta llegar al pinar de Pedroso, un lugar donde correr se convierte en un verdadero placer.

Llego al kilómetro quince, paro en un avituallamiento a beber y comer una barrita y al emprender de nuevo el camino las piernas  me empiezan a pesar, la falta de entrenos y de fondo me muestra su cara y a pesar de que los últimos doce kilómetros son prácticamente llanos, el terreno es duro y pedregoso y me resulta difícil rodar a menos de 5'20", me pasan algunos corredores incluida Mª Luz; tan solo ver cerca el pueblo me hace coger de nuevo aire y subir la última cuesta con algo de energía, al final 2h48', puesto 39 de 114 llegados y sexto veterano.

Mi conclusión es que aunque a todos nos gusta estar siempre en plena forma, hay veces que no se puede y bastante contento tengo que estar por no haber tenido molestias y poder seguir preparando la última prueba de montaña de la temporada el próximo 20 de Octubre, tengo tres semanas para conseguir llegar lo mejor posible.