lunes, 10 de agosto de 2015

A las duras

Esa jodida lesión que te permite correr por la mañana y ni andar por la tarde.


Llevaba más de un mes corriendo lesionado, y siendo totalmente consciente de ello, que es peor. 

Ayer la gota colmó el vaso y toca parar. Todo empezó como de puntillas, una tarde tras un entreno tenía molestias en ambos talones, por mi sufrida experiencia pasada sabía que no era fascitis, la molestia era adyacente a la inserción del áquiles en el calcáneo y lo achaqué al desgaste de las zapas, seguí entrenando normal ya que el incordio se limitaba a los primeros minutos corriendo, después desaparecía y, que corredor no convive siempre con alguna pequeña molestia. 

Además del ojo clínico profesional que se me presupone, el otro ojo clínico personal me decía que la cosa no pintaba bien, pasaba el tiempo y las molestias se prolongaban, indagando aquí y allí creo que di al fin con el diagnóstico, entesitis aquílea era el palabro que se escondía tras mis males, como casi siempre el reposo es la solución, y la buena noticia es que raramente dura más de ¡¡SEIIIS MESEEES!! me niego.

Y como a perro flaco todo se le vuelven pulgas, hace unos días tras un buen entreno por el monte empezó a dolerme la zona medial de la rodilla derecha, esta también era una molestia conocida, ya la tuve hace unos meses cuando pasé del asfalto al monte, se mantuvo bastante tiempo aunque controlada, también es de las que te permite correr para agudizarse después en frío, finalmente se curó y ahora había regresado.

Con los años notas que se pierde mucha capacidad de recuperación, parar y volver a empezar para recuperar la forma se hace cada vez más duro con la edad, así que seguía corriendo, además la época estival no ayuda a contenerse de los ágapes, los arroces marineros, las parrilladas y las cervecitas y dos o tres kilillos de más siempre aparecen sin esperarlos por debajo de la ropa.

No quería parar bajo ningún concepto, mi objetivo de la Copa se había esfumado al no poder asistir a la carrera de La Garganta del pasado sábado, pero tenía aún en mente mi estreno en una ultra en el trail Artesanos de septiembre. Ahora la cosa ya no pinta nada bien.
Ayer salí en principio a hacer un par de horas suaves por la Sierra, las molestias se prolongaron un poco más de lo que acostumbraban, pero finalmente, antes de llegar a las antenas ya iba corriendo bien, bajando me permití incluso algún kilómetro por debajo de 4', pero al afrontar el cortafuegos que sube a uno de los riscos, la rodilla empezó a molestarme más y más, paré al llegar arriba pensando que el hilo por el que iba durante estas semanas se había roto, volví despacio a casa, con quince kilómetros, 800 mts. de desnivel positivo y los objetivos truncados, por la tarde casi no podía andar y parar del todo y el tiempo que sea necesario se hace imprescindible, si no hay molestias la bici pagará los platos rotos. 

Por otra parte, cambiando de tema, aunque no lo tengo como una obligación, me siento en deuda con muchos de vosotros que tanto me habéis motivado y lamento mucho no ser más constante últimamente con el blog, se me ocurren cosas, pero luego tengo como esa sensación que se produce cuando te dan un micrófono para hablar y te quedas en blanco, propósito de enmienda, lo prometo.

Esta semana cojo las vacaciones y me temo que por primera vez en años serán muy sedentarias, aunque no me resistiré al menos a  meter en el maletero unas zapas, unos kilometrillos por el Parque Natural del Cabo de Gata no me los quita nadie.